Mi tiempo se ha convertido en eternas horas de
espera, pero, ¿qué espero realmente? ¿La cura que nunca llega por más que se
luche por ella? ¿Qué la muerte se haga la lesa y pase de largo? No lo sé, todo
eso pasa por mi mente pero creo que lo principal es que espero que todo sea lo
más suave posible, que no haya dolor físico ya que el emocional es diario y
hemos aprendido a convivir con él. Hay días en que me siento tan agotada que me
gustaría dormir profundamente y que al despertar todo estuviera bien resuelto.
El no saber cómo actuar, qué hacer, muchas veces qué decir, otras qué no decir,
principalmente, el no tener control sobre lo que está pasando, me tiene
inquieta y siento que cada vez voy sumergiéndome más en mí misma, si antes era
introspectiva, ahora soy mucho más.
Mi dolor va
por dentro y tengo serios problemas para externalizarlo, no soy llorona, no
grito ni me desespero quebrando lo que encuentre a mano, simplemente me callo,
me encierro en mí misma, no digo nada, no muestro nada. Sólo el arte me libera,
así nacen dibujos, grabados y telas llevando todo lo que siento por dentro,
mostrando la vida y la muerte que están tan presentes últimamente. Aún así,
ellos muestran mi personalidad y son un poco herméticos, a veces difíciles de
entender, pero, en general, agradables de ver
y en ningún caso chocan, tal vez, intriguen.
El tiempo va pasando lentamente, pero trae esperanzas.
Meu tempo tem se convertido em
eternas horas de espera, mas o que espero realmente? A cura que nunca chega por
mais que a gente lute? Que a morte faça de conta que não estamos aí? Não sei,
tudo isso passa pela minha mente mas, acho que o principal é que espero que
tudo seja o mais suave possível, que não tenha dor física já que a emocional é
diária e temos aprendido a conviver com ela. Há dias em que me sinto tão
esgotada que gostaria de dormir profundamente para que ao acordar tudo esteja
resolvido. Não saber como atuar, o que fazer, muitas vezes o que dizer,
principalmente, não ter controle sobre o que está acontecendo, deixa-me
inquieta e sinto que cada vez vou me submergindo mais em mim mesma, se antes
era introspectiva, agora sou muito mais.
Minha dor vai por dentro e tenho
sérios problemas para externalizá-la. Não sou chorona, não grito nem me
desespero quebrando tudo o que encontro à mão, simplesmente calo, me tranco
dentro de mim, não falo nada, não mostro nada. Só a arte me libera, assim
nascem desenhos, gravuras e telas levando tudo o que sinto por dentro,
mostrando a vida e a morte que estão tão presentes ultimamente. Ainda assim,
eles mostram a minha personalidade e são um pouco herméticos, às vezes difíceis de entender,
mas, em geral, agradáveis de se ver e em nenhum caso chocam, talvez intriguem.